La vida es fácil estos días. Transcurre a su tiempo.
Me gusta cuando el tiempo va así. Midiendo su ritmo sin que lo tengamos que restringir ni ordenar. No que se deje. El tiempo no está domesticado, como algunos animales. Nosotros nos acoplamos a él, o lo vemos pasar a su ritmo. No tiene remedio.
Hoy dejé que transcurriera sin limitarlo, sin correr tras de él, lo fui viviendo mientras avanzaba y lo disfruté. Como se disfrutan las mandarinas en diciembre o las jacarandas en abril.
Mañana, mañana tendré que correr para alcanzarlo, tengo que llegar a tiempo y tal vez no alcance a vivir cada segundo.
En cambio hoy, aunque esté por terminarse, sigo disfrutando del ritmo de este día.
domingo, 30 de marzo de 2008
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4 comentarios:
Muchas felicidades Sylvana, y muchas gracias por acordarte de mí.
Felicidades al resto de premiados.
Besos.
saludos amiga y mis felicitaciones a los premiados
un abrazo
La languidez del tiempo maleable.Ese dulce cosquilleo que producen los minutos que se malgastan.
Reducir o estirar el tiempo con el propio ritmo cardiaco.
A veces,pocas,le ganamos la partida al tiempo.Cuando ocurre rozamos la felicidad.
Un beso,Jano
muchas gracias...no sigo la ureda porque esto se convierte en un correcalles de chapas...pero te lo agradezco en el alma...besos dulces.
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